¡Cuidado con las pensiones!

jueves, 25 de febrero de 2010
Parafraseando libremente a Marx, un fantasma recorre el mundo: el fantasma de no cobrar tu pensión. En todas aquellas sociedades que se han dotado de un sistema de previsión social público, se aprovecha cualquier circunstancia para agitar el espantajo de la incapacidad del sistema para atender sus obligaciones futuras.

Es enternecedor ver el celo con el que personajes que, típicamente, no dependen de pensión pública alguna para contar con un futuro prometedor en el momento de su retiro (banqueros de inversiones, académicos reputados, consejeros de administración, y oligarcas en general) nos advierten sobre el peligro de que esos fondos, que tan incautamente estamos dejando que gestionen los esclerotizados, burocratizados e incapaces organismos públicos, desparezcan como por ensalmo.

Y es curioso que sean justamente los sistemas públicos los que más recelos despierten, siendo así que cuentan con algunas características que los hacen especialmente robustos. En primer lugar, en muchos casos son sistemas mixtos en los que una parte de la financiación procede de los ingresos tributarios.. Esto permite que en caso de necesitar más financiación, se resuelva vía una mayor contribución de la Hacienda Pública. Y esta contribución puede obtenerse fácilmente vía endeudamiento, si la situación de las finanzas públicas lo  permite, ó aumentando los impuestos.

Sin duda el paciente lector que haya llegado hasta aquí estará al borde de la lipotimia. ¡Endeudamiento público! , ¡anatema!. ¡Subida de impuestos! ¡blasfemia, herejía, vulneración de la ley natural!. Las finanzas públicas se gestionan en muchos aspectos como las privadas, y si se van a tener más gastos que ingresos a corto plazo la solución es el endeudamiento. Si el desfase entre ingresos y gastos es estructural hay dos soluciones igualmente válidas: recortar gastos ó aumentar ingresos.

Una segunda característica destacable es que estos sistemas en la mayoría de los casos, y singularmente en el caso español, no han sido gestionados de forma que se busquen altas rentabilidades asumiendo mayores riesgos.

Por último, la gestión de estos sistemas ha sido notablemente limpia ya que está sujeta a controles que son bastante más estrictos que aquellos a los que se sujetan las instituciones privadas pero sobretodo son incomparablemente más eficaces por una sencilla razón: la burocracia y centralización de estos sistemas llevan a que sea mucho más complicado que un grupo reducido de individuos utilicen los fondos para fines personales.

Entonces ¿de donde procede la inquietud de tantos proceres del mundo económico? ¿de la piramide de edad, heredera póstuma de la negra profecía malthusiana? ¿de sesudos cálculos actuariales que dan resultados bien distinos cuando se repiten pocos años después? la explicación es mucho más sencilla. Los fondos de pensiones públicos están fuera del alcance de los agentes que controlan los mercados financieros.

Estos fondos, que no son precisamente insignificantes, podrían estar generando pingües comisiones por su gestión y dando contrapartida a los vendedores de flamantes innovaciones financieras de alta rentabilidad y bajo riesgo (medido por entidades a sueldo de los propios emisores, evidentemente).

¿Se imagina alguien el juego que pueden dar 60.000 millones de euros del fondo soberano de reserva de la seguridad social española en los mercados financieros? Evidentemente si que se lo imaginan quienes se lo tienen que imaginar y ya se están dando los primeros pasos para que este dinero dinamice los mercados como es menester.

¿Sería buen momento para invertir en bolsa el fondo de reserva de la Seguridad Social? se preguntaban hace un año en finanzas.com. Se argumentaba que otros fondos públicos lo hacen. El ejemplo de fondo público que se menciona es el Noruego. Me parece un ejemplo excelente, porque cuando uno consigue el dinero a chorros (negros, más concretamente) perforando los fondos marinos es siempre más proclive a correr más riesgos.

Se adjuntan unos gráficos del IBEX y el Standard and Poor's 500 que, honestamente, yo no debo saber interpretar porque da la sensación de que el valor de estos índices en cinco años había sufrido una disminución de importancia.
Es enternecedor leer de corrido que cuando estos fondos públicos invierten en Bolsa la gestión la intermedian entidades financieras y que se ha consultado a una serie de personas y a todas les parece adecuado:

Las respuestas de una gestora de patrimonios, una gestora de fondos de inversión, un estratega de inversiones y un experto en fondos de inversión son concluyentes: Sí, es buen momento para empezar a invertir ese capital.
Fascinante: parece que hay gente a la que le gusta hacer negocio. ¡Quien lo iba a decir! ¡Non olet!

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